Una prueba más de que la propaganda es un arma poderosa: en este caso para levantar la moral de las tropas orientales. Y a propósito de esto, un par de reflexiones:
Uno, nunca he visto chinas tan voluptuosas en las tiendas de "todo a 100".
Y Dos, por las leyes cromáticas el "naranja" resulta de mezclar "amarillo limón" y "rojo fuego"; entonces, si un soldado chino al ver estos posters se pone cachondo patríotico ¿cambia de color?
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